lunes, noviembre 24, 2008

El sexo en los sueños.

Un encuentro casual con un atractivo desconocido; un repentino sentimiento de cariño o pasión; hacer el amor en público al aire libre; ser seducido por un objeto de deseo inalcanzable: tales fantasías eróticas derivadas del inconsciente pueden manifestarse en sueños intensos. A veces nos sorprende, o incluso nos escandaliza, el descubrir que nuestros sueños expresan un impulso o una atracción sexual que nunca reconocemos en nuestra vida cotidiana.

Pocos psicólogos aceptan la abrumadora importancia atribuida al sexo por Freud. Desde el punto de vista jungiano, muchos arquetipos contienen connotaciones sexuales en virtud únicamente de su relación con la creatividad o la fertilidad. Sea cual sea la teoría que uno siga, dada la fuerza de nuestro instinto sexual y las dificultades que solemos tener a la hora de aceptarlos, no es sorprendente que la sexualidad sea un tema destacado en los sueños.

A veces, los sueños sexuales no hacen mucho más que liberar la tensión sexual contenida durante el día, pero pueden simbolizar anhelos más profundos, como el deseo de vivir en armonía con una persona amada. El ejercicio siguiente ofrece una forma de explorar estos temas, a base de combinar la energía sexual y la formación de imágenes mentales para reforzar su vínculo emocional con el amante.

Los sueños acerca de hacer el amor también pueden ser una salida a nuestro deseo de expresarnos de manera creativa, de acercarnos a los sentimientos y la sensibilidad representados por el sexo opuesto (el aspecto femenino del macho, el aspecto masculino de la hembra).

La armonía sexual es un aspecto importante de la integridad. Sorprendentemente quizás, los sueños acerca de granjas de animales están con frecuencia relacionados con el tema arquetípico de la fertilidad, y por consiguiente con la sexualidad.

La llama del amor (Ejercicio para soñar)
Este intrigante ejercicio, basado en una antigua técnica tántrica, está ideado para convocar la imagen de su amante en su mundo onírico.

1° Coloque una vela encendida sobre una mesa y siéntese frente a ella a un metro de distancia. Cierre los ojos y respire profundamente hasta que su mente esté tranquila. Retenga la idea de que no está usted despierto ni soñando, sino en un estado de conciencia que abarca ambas condiciones.

2° Abra los ojos, mire la llama y contémplela sin pestañear. Imagínela tomando la forma del hombre o la mujer a quien ama. Tal vez le ayude imaginarse a dicha persona con los brazos por encima de la cabeza y las palmas de las manos juntas. Si la llama vacila, imagine a su amante bailando sinuosamente y mirándole fijamente a los ojos.

3° Mantenga la mente despejada de pensamientos, concentrándose en la experiencia visual y con la conciencia de que su mente abarca tanto el estado vigilante como el soñante. Sepa que, por esta razón, la persona amada aparecerá en sus sueños.

4° Continúe con el ejercicio durante un mínimo de cinco minutos, y mire de repetirlo todos los días, alargándolo a 15 minutos o más si es posible. Mantenga los ojos tan quietos y la mente tan vacía como le sea posible.

5° Cuando esté muy entrenado en esta técnica, imagínese la llama desapareciendo, y dejando a la persona amada frente a usted.

sábado, agosto 16, 2008

Diario de sueños

Los sueños se nos olvidan con mucha facilidad, por lo que es muy importante anotarlos lo antes posible. Independientemente de los métodos que uno emplee para recordar sus sueños, llevar un diario es imprescindible.
Tenga siempre un lápiz y un cuaderno junto a su velador y escriba en el tan pronto como se despierte por las mañanas. Haga los mínimos movimientos físicos posibles, incluso el hecho de darse vuelta en la cama puede desterrar el recuerdo de los sueños. No deje la escritura para mas tarde; por muy vivos que sean, los sueños desvanecerán o sus detalles se verán desvirtuados rápidamente.
Los sueños escritos se convertirán en nuestro expediente, nuestro historial. Existen muchas maneras de llevar un diario de sueños. Hay quienes sugieren separar los sucesos, personajes, colores y emociones en distintas columnas, pero el hecho de clasificar los recuerdos durante su evocación puede ser otra forma de pederlos.
El mejor método es tomar nota del sueño, y luego analizarlo y clasificarlos cuando se disponga de tiempo o en un Taller de análisis de sueños. Anote sus sueños en la página izquierda del cuaderno, y deje la derecha en blanco para los comentarios.
Colóquele un titulo al sueño y la fecha, y de anote tantos detalles como sea posible, a la hora de hacer una interpretación a partir de las distintas partes, a veces son los aspectos aparentemente mas insignificantes los que resultan ser mas reveladores.
Escriba siempre en tiempo presente; trate de revivir el sueño conforme a lo que anota, y de tomar cuidadosa nota de sus emociones. Con el paso del tiempo, podrás identificar distintos tipos de sueños, la repetición de ciertos temas y símbolos, todo lo cual te aportara nuevas perspectivas de nosotros mismos.

lunes, julio 21, 2008

Cómo trabajar con nuestros sueños

Solemos olvidar nuestros sueños muy rápidamente: si no les damos caza en el umbral, nunca volveremos a verlos. William Hazlitt

Recordar los sueños no es difícil. El primer paso consiste en registrarlos. Sólo una palabra o dos, anotadas al despertar, ayudan a recordar más tarde el sueño completo y, a medida que se adquiere más práctica, menos difícil resulta recordar sueños bastante detalladamente.

No es posible recordarlos todos. A menos que uno despierte en medio del sueño o en cuanto ha terminado de soñar, es muy improbable que permanezca en la memoria. Esto significa que incluso las personas más experimentadas apenas podrán registrar la quinta parte de sus sueños nocturnos, o menos. No hay modo de saber si los que podemos examinar en detalle son los más importantes, pero, por otro lado, parece haber pruebas de que los sueños realmente importantes llegan tarde o temprano a la conciencia y que nosotros sabemos cuáles son importantes. A veces recordamos muy vívidamente en la vejez un sueño que tuvimos siendo muy jóvenes; ésta parece ser una prueba segura de que ese sueño es importante.

También los sueños recurrentes son significativos. A veces toman la forma de pesadillas y son realmente espantosos; tal vez necesitemos ayuda para interpretarlos y dejar de soñarlos. Por otro lado, los sueños recurrentes pueden ser deliciosos y tranquilizadores.

El novelista francés Julien Green escribió en su diario: Tal vez no debería pronunciar ni una palabra sobre el más hermoso, el más misterioso sueño que he tenido. Lo sueño una o dos veces por año. De pronto me veo en un camino que bordea un acantilado; sé que el sueño está comenzando y con él una sensación tal de felicidad que el lenguaje humano no podría dar ni la más débil idea de ella. Más adelante habrá una gran puerta de hierro muy difícil de hacer girar sobre sus goznes, después una larga avenida arbolada, y de nuevo el acantilado; yo me detengo para mirar el mar, pero en lugar de agua veo una selva inmensa que se extiende hasta el horizonte y cubre todo el paisaje. En ese momento me siento tan feliz como alguien que ha ido más allá de la muerte.

Esta noche soñare…
Si quiere recordar sus sueños, al ir a dormir debe decirse con firmeza: "Esta noche soñaré, y por la mañana recordaré uno de mis sueños". Existen muchas probabilidades de que al despertar recuerde un sueño. Si esto falla, pídale a su pareja, o a un amigo dispuesto a ayudar, que lo observe mientras duerme y que lo despierte cuando vea que sus ojos se mueven por debajo de los párpados. Entonces estará en la etapa de los movimientos oculares rápidos, y casi seguramente podrá recordar su sueño cuando lo despierten. (Los movimientos oculares rápidos son muy claros, pero para mostrarle a su ayudante el aspecto del signo simplemente cierre los ojos y mueva los globos oculares.)

Si empieza a recordar sus sueños, pero sólo unos pocos, hay una técnica que se puede poner a prueba para animarse a recordar más. Ha sido creada por el psicoterapeuta Frederick A. Perls, y aunque parece muy extraña y caprichosa casi siempre da resultado. También puede usarse para descifrar sueños particularmente difíciles.

Tome dos sillas y colóquelas una frente a la otra. Siéntese en una de ellas, y piense que sus sueños están sentados en la otra. -A confinuación, simplemente interróguelos en voz alta. La primera vez que lo haga se sentirá ridícula, pero persevere. Pregúnteles por qué no permanecen en su memoria cuando despierta.

Después pase a la otra silla, y respóndase con las primeras palabras que se le ocurran. Descubrirá que por lo común se da a sí mismo las razones correctas. Podría ser que sus sueños digan: "La vida ya es bastante agitada tal como está; no queremos crearte más motivos de preocupación", o bien: "Somos muy tontos; no creemos que te interesarás en nosotros", o: "No creemos que puedas entendernos".

Las respuestas son casi siempre excusas, a las que habrá que contestar con muy buenas razones. Simplemente dígales a sus sueños que usted tiene mucho tiempo para ellos, que los encontrará interesantes (por eso mismo intenta recordarlos). Probablemente los obstáculos desaparecerán.

lunes, julio 07, 2008

4 leyes para interpretar los sueños.

Ley de las Analogías: Análogo es algo de apariencia igual, por ejemplo, las gotas de lluvia, son iguales a las lágrimas, por lo que si uno sueña lluvia, puede traducirse por ley de las analogías como Sufrimientos. El Toro furioso es análogo al ser humano cuando estallamos en ira, cólera, enojo, nos indicarán a las claras que debemos trabajar con el defecto de la ira, controlar nuestras emociones, la raíz seguramente de varios de nuestros problemas cotidianos tiene su base en la ira y por ello soñamos con el toro. Si estudiamos el comportamiento de un burro y lo comparamos con el comportamiento de la mente veremos que son análogos, por lo tanto la mente siempre ha sido representada por un burro, solo basta recordar que Jesús el domingo de Ramos entra a Jerusalén montado en un burro, indicando que se necesita dominar la mente para lograr el triunfo.

Ley del Número: Cada número tiene un significado, por lo que cada vez que soñamos algo que tenga relación con un número este se relaciona con su significado. Ejemplo, si soñamos con el número 3, significa que debemos ser más creativos, hacer las cosas con más arte, que probablemente tengamos producción espiritual o material, etc.
El Número uno es la Voluntad, es el comienzo de toda cosa, representa el principio masculino, activo. Se relaciona con el Real Ser, la parte más recóndita divinal de cada ser humano.
El Número dos es el símbolo de la mujer, de la Imaginación, de la madre Divina, del Cristo Cósmico, es el número representativo de la Enseñanza de la gnosis que debe vivirse en la practica.
El número tres es producción material y espiritual, es el número del Tercer Logos o Espíritu Santo, indica la creación, el arte, la belleza.
El número Cuatro nos indica los 4 elementos, poner las bases firmes para hacer las cosas, es el símbolo de la misericordia divina y humana.

Ley de los Contrarios: Se refiere esta ley al opuesto de lo que soñamos, a la antítesis del sueño. Un ejemplo claro de ello es el soñar dulce, generalmente representa amarguras. ¿Cómo saber entonces cuál ley utilizar?, debemos someter el sueño a cada ley y relacionarlo con la vida práctica, con lo que vivimos, con lo que hacemos y de ahí sacaremos el mejor resultado.

Ley de las correspondencias: Esta ley se refiere a lo que corresponde en nosotros un símbolo que soñamos, por ejemplo, si uno sueña con una casa, esta simboliza el cuerpo físico, pues si una casa es donde uno vive, así mismo para la esencia el cuerpo físico es una casa. El caballo es símbolo también del cuerpo físico, ya que siendo un vehículo de transporte, es el cuerpo físico también lo es para el alma. En el mundo astral el caballo es símbolo además de la amistad. Si el jinete se cae del caballo nos indica que el cuerpo no tiene un control, que debemos estar más atentos al cuidado del cuerpo físico.

miércoles, mayo 21, 2008

Por qué soñamos...

El porqué soñamos ha dado lugar desde siempre a muy diversas interpretaciones. Desde las más científicas, que afirman que mientras soñamos tan solo ejercemos una función biológica en la cual nuestras neuronas reponen la energía perdida durante el día, hasta las más esotéricas, que nos hablan de "viajes astrales".

En primer lugar lo físico influye enormemente en lo onírico, de tal modo que nuestro estado de salud ejercerá una gran importancia sobre lo que soñemos. Por tanto, vigilemos todo cuanto comamos o bebamos antes de ir a dormir.

Las cosas vividas durante el día también se manifiestan mientras se duerme. Son los llamados "sueños de proyección mecánica", en los cuales el subconsciente exterioriza las tensiones, emociones y cosas en general, que más nos han impresionado el día anterior. De este modo, si ese día hemos visto en la televisión algún accidente, tal vez soñemos que a nosotros nos ocurre igual.

De significado más complejo son los sueños simbólicos, en los cuales nuestro sabio subconsciente nos ofrecería mensajes en forma de símbolos, sobre problemas y preocupaciones personales y sobre las que quiere advertirnos o aconsejarnos. Es curioso que muchas veces, al despertar por las mañanas, encontramos solución a problemas cotidianos de nuestra vida. Es lo que se denomina popularmente "consultar con la almohada". Personalmente siempre aconsejo que cuando algo nos preocupe o estemos indecisos ante cualquier circunstancia, nos relajemos antes de dormir y pidamos según la fe de cada cual encontrar una solución a la mañana siguiente. A veces funciona.

Son sueños difíciles de interpretar por su contenido simbólico y que habría que descifrarlos de forma individual, aunque la tradición nos habla de un lenguaje oculto de los sueños y de un significado arquetípico.

Durante el estado onírico nuestra mente puede exteriorizar cosas que reprimimos o están bloqueadas en nuestro subconsciente pugnando por salir. Durante el día nuestra mente racional no deja que así suceda, porque censura contenidos que entiende que no son buenos bien por la educación recibida o por convencionalismos sociales. Pero por las noches, con las defensas de la censura bajadas, estos contenidos inconscientes afloran y salen a la luz. Un ejemplo de ellos serían los de índole sexual.

Finalmente nos encontramos ante los sueños más complejos, aquellos que hacen referencia a supuestos viajes astrales. Casi todas las corrientes filosóficas ocultistas afirman que nuestro espíritu viaja mientras dormimos a esa otra dimensión tan cercana y a la vez tan desconocida que es el mundo astral.

Nuestra alma quedaría unida al cuerpo físico por el llamado "cordón de plata" representado por una especie de duplicado del cordón umbilical, pero compuesto de materia energética y que solo se rompería definitivamente en el momento de nuestra muerte. Durante estos viajes astrales nocturnos, tendríamos la posibilidad de comunicarnos con nuestros amigos y familiares ya fallecidos.

También recibir información de nuestros "guías espirituales" para darnos consejos sobre cuestiones referentes a nuestra evolución. Estos sueños se viven con especial intensidad. Quien no ha percibido algunos tipos de sueños como auténticas vivencias, incluso a veces más reales que la vida misma. Y sucede, que muchas veces al despertar nos sentimos como si realmente perteneciéramos a esa otra dimensión de lo soñado. Tenemos la curiosa sensación de ser extraños en el mundo en el que hemos despertado; como si por unos instantes nos hubiéramos convertido en extranjeros de esta vida.

El mundo de los sueños, es apasionante. ¡Qué pena que no seamos conscientes de todo lo que hemos soñado en nuestras vidas!. ¡Cuanto nos ayudaría el recordar y comprender todos nuestros sueños!. Sin lugar a dudas, descubriríamos cosas inimaginables sobre nosotros mismos. Porque ya lo dijo Platón "Al hombre, en verdad, solo se le conoce por sus sueños".

sábado, abril 19, 2008

¿Cómo entender nuestros sueños?

El primer paso que debemos dar es sacarnos el concepto de que los sueños poseen significados textuales, el lenguaje onírico es como el leguaje poético, transmite experiencia, deja un sabor, un clima, que nos hará comprender aspectos de nosotros mismos de manera mas rápida y directa.

Para entender este lenguaje debemos empaparnos de su atmósfera y tratar de recuperar un sueño en la forma más pura, con sus colores, con sus olores, con sus sensaciones, (la primera impresión que nos deja es de gran valor), no es la idea de traducir una cosa por otra, la pregunta más equivocada que se puede formulara es la típica pregunta ¿QUE SIGNIFICA SOÑAR CON...?

La mejor manera de acercarnos a un sueño, es sentirlo, vivirlo una y otra vez; darnos el tiempo para que el sueño nos hable en su propio idioma. No esperar traducciones, ni respuestas superficiales, sino muy por el contrario permitir que el sueño nos abra sus puertas.

El proceso es de afuera hacia a dentro y de adentro hacia afuera. Un camino interior que nos permite recorrerlo íntimamente hasta las profundidades, para aflorar al exterior con pensamientos renovados. Para caminar en este sendero, lo mejor es anotar cada mañana nuestros sueños (no olvide nunca anotar además la impresión que tuvo al despertar) y llevar un registro de ellos a lo largo de nuestra vida, para enriquecer nuestro mundo, los sueños son una fuente inagotable de sabiduría, están llenos de símbolos, nos conectan con una vida que trasciende nuestro pequeño mundo diario.

Una vez que tenemos nuestro sueño y la impresión que este nos ha dejado, anotadas en nuestra bitácora, comenzamos nuestro análisis, con las primeras y más típica de las preguntas: ¿Qué me dice este sueño a mí? ¿Para qué soñé este sueño? Y dejemos que nuestra voz interior conteste, dejemos que el alma se exprese frente a lo que acabamos de narrar.

Hay que darse el tiempo para que estas respuestas fluyan. Con calma, sin apuro, van brotando nuestras experiencias y vamos entendiendo el sentido de nuestro sueño.... El primer paso que debemos dar es sacarnos el concepto de que los sueños poseen significados textuales, el lenguaje onírico es como el leguaje poético, transmite experiencia, deja un sabor, un clima, que nos hará comprender aspectos de nosotros mismos de manera mas rápida y directa.

Para entender este lenguaje debemos empaparnos de su atmósfera y tratar de recuperar un sueño en la forma más pura, con sus colores, con sus olores, con sus sensaciones, (la primera impresión que nos deja es de gran valor), no es la idea de traducir una cosa por otra, la pregunta más equivocada que se puede formulara es la típica pregunta ¿QUE SIGNIFICA SOÑAR CON...?
La mejor manera de acercarnos a un sueño, es sentirlo, vivirlo una y otra vez; darnos el tiempo para que el sueño nos hable en su propio idioma. No esperar traducciones, ni respuestas superficiales, sino muy por el contrario permitir que el sueño nos abra sus puertas.

El proceso es de afuera hacia a dentro y de adentro hacia afuera. Un camino interior que nos permite recorrerlo íntimamente hasta las profundidades, para aflorar al exterior con pensamientos renovados. Para caminar en este sendero, lo mejor es anotar cada mañana nuestros sueños (no olvide nunca anotar además la impresión que tuvo al despertar) y llevar un registro de ellos a lo largo de nuestra vida, para enriquecer nuestro mundo, los sueños son una fuente inagotable de sabiduría, están llenos de símbolos, nos conectan con una vida que trasciende nuestro pequeño mundo diario.

Una vez que tenemos nuestro sueño y la impresión que este nos ha dejado, anotadas en nuestra bitácora, comenzamos nuestro análisis, con las primeras y más típica de las preguntas: ¿Qué me dice este sueño a mí? ¿Para qué soñé este sueño? Y dejemos que nuestra voz interior conteste, dejemos que el alma se exprese frente a lo que acabamos de narrar.

Hay que darse el tiempo para que estas respuestas fluyan. Con calma, sin apuro, van brotando nuestras experiencias y vamos entendiendo el sentido de nuestro sueño....

miércoles, febrero 27, 2008

El sueño elemento importante para nuestro desarrollo personal

El inconsciente y el consciente son dos conceptos que intervienen directamente en la definición de estado de SUEÑO y VIGILIA. Nuestra mente, actúa y se desenvuelve en los dos campos con total libertad de acción. Su verdadera naturaleza, su auténtica capacidad sigue siendo un misterio.

1.- El Consciente, el YO del individuo, nuestra tarjeta de presentación al mundo físico, utiliza LA RAZÓN Y EL INTELECTO como instrumentos para enfrentarse al mundo. Durante la vida de vigilia es el hemisferio izquierdo el que domina, aunque no completamente, desde su limitada capacidad. Como vehículo de expresión, EL CUERPO FÍSICO y sus CINCO SENTIDOS.

2.- El Inconsciente, que a su vez contiene el INCONSCIENTE PERSONAL del individuo y el INCONSCIENTE COLECTIVO del que se nutre toda la humanidad, se desenvuelve en el mundo astral. Utiliza la CONSCIENCIA EMOCIONAL como instrumento y el CUERPO ASTRAL como vehículo para desenvolverse en él. Aunque aquí aparezcan separados para su mejor comprensión, los dos interactúan sin cesar en nuestras vidas.

La consciencia racional es la punta del Iceberg de la totalidad del rico mundo subterráneo que incluye todo lo que somos y hemos experimentado en nuestras vidas. El inconsciente viene a ser como las raíces del árbol que, aunque oculto, nos permiten SER.

Los sueños son el puente entre el consciente y el inconsciente. Aprovechan el momento en que el consciente no puede controlar para manifestarse a través de imágenes y símbolos revelando aquéllos contenidos que puedan estar ejerciendo una influencia en la vida del soñador.

Los sueños permiten que todo ello se manifieste abriendo las compuertas de la totalidad de nuestra psique, liberando sin barreras lo que de creativo hay en ellas.

Los sueños toman de la enorme base de datos del inconsciente las claves que necesita para su resolución, sin que ningún tipo de barreras emocionales, temporales o intelectuales se lo impidan. Cuanta más comunicación haya entre los distintos niveles, más integrado y feliz se encontrará el ser humano. De todos es sabido la influencia que unos y otros tienen entre si: tensiones emocionales pueden producir úlceras de estómago, tomar algo que dañe el hígado por ejemplo puede bloquear temporalmente la imaginación creativa.

Los sueños nos devuelven la información al consciente de qué es lo que realmente se grabó en estado de vigilia. Esto nos influye en nuestro comportamiento posterior y condiciona nuestro carácter y forma de vida.

Cuántas veces hemos oído la influencia que tienen hechos del pasado en nuestro presente y que marcan poderosamente nuestra capacidad de vivir la felicidad o el sufrimiento. Para eso nació precisamente el PSICOANÁLISIS, para encontrar las razones de nuestros bloqueos. Muchos de ésos bloqueos se grabaron siendo niños o inmaduros, creando sistemas de autodefensa para no sufrir. Eliminando los bloqueos, accedemos al encuentro de nuestro yo más profundo.

Con la experiencia de las lecciones aprendidas, la vida en el plano físico pasaría a ser una escuela de crecimiento y gozo, en lugar de una sucesión de acontecimientos aparentemente fortuitos que nos hacen padecer. Nosotros elegimos cómo y cuando aprender, el exterior sólo nos devuelve el reflejo de lo que llevamos dentro.

La verdadera libertad se ejerce actuando en nuestro entorno desde nosotros mismos como soberanos de nuestra vida y no como seres influidos por el miedo, la indecisión, las circunstancias o la educación. Asi que si logramos que los sueños nos revelen la auténtica información acumulada en el inconsciente, habremos dado un paso de gigante en la comprensión espiritual del objetivo de nuestra encarnación del alma. Ésa información está ahí al alcance de nuestra mano de tal forma que, si entramos en una habitación y nos piden que describamos lo que hay detrás nuestro, poco podríamos decir que nuestros sentidos físicos y nuestro consciente hubiera percibido.
Ahora bien, si nos hipnotizaran diríamos hasta el más mínimo detalle de lo que hay en la habitación con una fiabilidad absoluta. Ésa facilidad de captación la tenemos TODOS Y CADA UNO DE NOSOTROS sólo que para su comprensión sería mucho más útil que fuera traída a nuestro consciente para su integración.

La comunicación entre las dos facetas de la psique es tan poderosa que infinidad de nuevas terapias han surgido en los últimos tiempos capaces de REPROGRAMAR el inconsciente de forma que elimine lo antiguo o lo sustituya por algo nuevo que nos beneficie. Por poner algún ejemplo es el caso de la Programación Neuro Lingüistica o las Afirmaciones que utilizan el lenguaje o la Visualización Creativa que evoca imágenes produciendo emociones positivas.

Utilizadas desde que el mundo es mundo están la meditación, que suprime la acción de la mente (ése parloteo constante con nosotros mismos) para recibir (pasivamente) directamente el conocimiento de la fuente más pura que es nuestro Yo Superior. Con la oración, nuestra alma se relaciona (activamente) con las diversas divinidades que no son otra cosa que el reflejo de nosotros mismos. Rezar es hablar con Dios, meditar sin embargo es crear un espacio para recibirlo.

La relación entre el mundo consciente e inconsciente también tiene vehículos de comunicación, lo que llamamos intuición es una forma de conocimiento directo en el que no entra para nada nuestra razón. Es una ráfaga de certeza tal que normalmente no podemos identificar de dónde salió. Nuestra educación nunca nos enseñó a sacar partido de esa sabiduría que está ahí para quien quiera utilizarla. No es extraño comprobar que una idea aparentemente novedosa se cree y desarrolle simultáneamente en lugares muy opuestos de nuestro planeta. Las ideas "vuelan".

Tomemos el estudio de nuestros sueños como una fuente de conocimiento y a la vez una valiosa forma de Autoterapia. Y lo que se consigue es que las ondas positivas que emitimos al adquirir más sabiduría interna, influyen en nuestros semejantes como la piedra que arrojamos al lago. Cada una actúa en la siguiente, y ésta a su vez en la otra y así hasta el infinito.

sábado, enero 19, 2008

Ánima

Carl Jung creía que cada uno de nosotros lleva consigo tanto cualidades masculinas como femeninas, las cuales conjuntamente abarcan la totalidad de lo que somos.

El Ánima es el arquetipo de un hombre quien representa su alter ego femenino. Es la personificación de las cualidades femeninas en la psiquis de un hombre. Estas cualidades podrían incluir la receptividad, intuición, compasión, irracionalidad, profundidad emocional, la relación del que sueña con la naturaleza y su conexión con su propia inconciencia. El Ánima ha sido descrita como productora de estados de ánimo, mientras que el Animus es productor de opiniones.

En nuestros sueños: Si eres un hombre y has soñado con la poderosa representación de una mujer o has dado una fuerte respuesta emocional hacia ella, quizás hayas encontrado tu Ánima. En su aspecto positivo, el Ánima puede aparecer como una niña, ángel, Diosa. En su aspecto negativo, como bruja o una mujer seductora.

¿Qué tipo de cualidades tenía la mujer? Soñar con tu Ánima puede significar que necesitas integrar los aspectos femeninos de ti mismo. Si sentiste temor de ella, podría reflejar la incapacidad actual de enfrentar tu lado femenino. Por otra parte, si estás demasiado atraído hacia tu Ánima, entonces podrías proyectar sus cualidades en otras mujeres que conozcas en tu vida diaria, por lo tanto, estarías estableciendo expectativas irreales. También podría reflejar la tendencia actual a ser demasiado temperamental e irracional.

Aprendiendo y abrazando la representación arquetípica del sexo opuesto dentro de ti, éste te preparará mejor para entender la naturaleza del otro sexo.
Pasividad
Emociones
Intuición
Inconciencia