Muchas personas piensan que lo sueños son desechos de sensaciones biológicas o psicológicas, una especie de basurero de experiencias diurnas.
Para muchos nuestros sueños son sagrados, y son una posibilidad que nos da Dios de acceder cada noche con un lenguaje simbólico a todo aquello que esta más allá de nuestro entendimiento, una manera de observar lo que se está gestando en nosotros mismos y que nos permiten conocernos un poco mas, lo que aun no es destino, y que puede ser modificado.
Nuestros sueños nos invitan a hacerlo a través de la información que nos dan, de lo que esta en germen. Jung dice: “lo que no se hace conciencia se transforma en destino”. Antes de que las cosas nos sucedan, nos avisan nuestros sueños que es posible que sucedan y dejan a nuestro libre albedrío, que queremos hacer con ello.
Nuestros sueños son nuestras obras nuevas cada noche, siempre son historias originales, atendamos o no su llamado. Es una hermosa posibilidad de ser coguionista de Dios, no hay que saber escribir, solo atrevernos a Ser.
Para muchos nuestros sueños son sagrados, y son una posibilidad que nos da Dios de acceder cada noche con un lenguaje simbólico a todo aquello que esta más allá de nuestro entendimiento, una manera de observar lo que se está gestando en nosotros mismos y que nos permiten conocernos un poco mas, lo que aun no es destino, y que puede ser modificado.
Nuestros sueños nos invitan a hacerlo a través de la información que nos dan, de lo que esta en germen. Jung dice: “lo que no se hace conciencia se transforma en destino”. Antes de que las cosas nos sucedan, nos avisan nuestros sueños que es posible que sucedan y dejan a nuestro libre albedrío, que queremos hacer con ello.
Nuestros sueños son nuestras obras nuevas cada noche, siempre son historias originales, atendamos o no su llamado. Es una hermosa posibilidad de ser coguionista de Dios, no hay que saber escribir, solo atrevernos a Ser.